Celipe Perro Loco
Hay un grito aplastado en el montón de cuadernos que reconstruyen su paso por el tiempo. Entre las lineas apresuradas y decididas del niño, que podría ser perro, que en lugar de destrozarlo todo reconstruye una y mil veces, insistentemente, las facciones efímeras de los días, de lo que vibra instantes entre sus manos y se escapa. Como si de usar y tirar, sin darle importancia, sin tiempo ni distancia, jugando sin descanso al olvido, amortiguando el exceso sobre el confort de una almohada compartida.